Llegamos a Estambul (una de las ciudades más importantes de Turquía) desde India. De esta manera Estambul fué nuestro primer contacto con una cultura más similar a la nuestra. Luego de estar dos meses en Asia puedo decirles que la experiencia fue más que enriquecedora, pero la diferencia cultural si bien resultó muy llamativa, por momentos fué un poco agotador.
Será por eso que llegar a Estambul fué una sensación de regresar a un lugar en el cual nunca habíamos estado. Estambul es una ciudad hermosa de por si, pero luego de conocer algunos aspectos bastante duros de Asia, particularmente de India, Estambul tuvo la suerte de que lo conociera con esa necesidad de occidente que tenía.
La primera vista desde el avión ya me gustó y lo primero que dijimos fué: que lindo color el cielo!
El primer contacto con el clima también fue increíble, veníamos desde Nueva Delhi con una tempertura muy alta y una sensación térmica terrible, y en Estambul hacía el típico calor de verano, fuerte al medio día pero que refresca un poquito a la noche….. que sensación más linda esa de que “refresque un poquito”, corria aire seco y fresco.
En esta ciudad también nos encontramos con nuestro amigo Daniel (Daniels) y eso le aportó otro encanto a la ciudad más grande de Turquía. Tener la suerte de viajar con amigos es una de esas cosas bien lindas que te suceden en la vida!
Estambul tiene la particularidad de estar dividida en dos partes por el estrecho Bósforo, de esta manera se conecta el mar Mármara con el mar Negro y queda separada la parte asiática de la ciudad de la parte europea. Tengo entendido que Estambul es una de las únicas tres ciudades que tienen parte en Asia y parte en Europa (las otras dos son ciudades rusas).
Sin duda alguna que una de los motivos por los cuales Estambul es tan bonita es que tiene agua! El agua aporta mucho encanto a una ciudad. En este caso, el Bósforo, además de ser explotado por los medios de comunicación (barcos) para comunicar las dos partes de la ciudad, también es un atractivo tanto para sus habitantes, como para el turismo.
La comida en Turquía es deliciosa. El pan es uno de los más ricos que he comido. En todos los lugares lo sirven abundante, de distintas masas y presentaciones. También el té es delicioso y todos los platos son muy ricos en su condimentación. Té y especias turcos es algo bien conocido en el mundo.
Luego de visitar Estambul fuimos a Capadocia en la localidad de Goreme. Llegar hasta ahí fue muy lindo porque es una zona más bien rural que me hizo pensar mucho en como es la zona rural de nuestro Uruguay.
En las carnicerías del pueblo se usa poner la cabeza del animal afuera para mostrar que tienen carne fresca……(pienso que no deben haber muchos vegetarianos en esta zona de Turquía……)
En los bares del pueblo, los turcos se reúnen al medio día a jugar a las cartas, la tavla (que es un juego típico que se parece al dominó o algo así) y tomar alguna copita…
Capadocia tiene características rocosas muy particulares, son todas formaciones de roca blanda que permiten que el ser humano haya realizado sus casas escarbando la roca. Hay muchas cavernas naturales y muchas artificiales que en su momento sirvieron de refugio para los cristianos perseguidos en Jerusalén. Algunas cavernas aún están habitadas, por ejemplo son hoteles para recibir turismo, iglesias, etc.
Nuestra última parada en Turquía fue en Fethiye, que es una playa del sur. Es una playa hermosa que se caracteriza por tener mucho turismo interno lo que la hace más encantadora. El agua es fría y súper transparente. No tiene arena, en lugar de eso tiene piedras blancas, asi que tenés que estar sentado en sillas, porque con el pareo es un poco difícil tirarse en el suelo, es estar acostado en las piedras. Es muy bonito a la vista pero es un poco incómodo para pisar y sentarse a la orilla del agua…………
Desde la ciudad moderna y turísitca de Estambul, pasando por la zona rural de Goreme (Capadocia) hasta sus playas en Fethiye, Turquía no paró de sorprenderme. Hermoso país!!!!!