Está en el corazón de la campiña de Gloucestershire y está rodeada de algunos de los paisajes más espectaculares que se pueden ver en el Reino Unido, pero ¿qué ofrece la antigua ciudad balneario de Cheltenham a los visitantes que quieren hacer una excursión? Resulta que aquí hay muchas atracciones que explorar. Para ponértelo fácil, aquí tienes algunas:
Visita el hipódromo de Cheltenham
Probablemente el lugar más famoso de toda la ciudad, el hipódromo de Cheltenham es más conocido por albergar el Festival de Cheltenham, un evento de cuatro días que presenta algunas de las mayores reuniones del calendario de carreras de caballos.
Más de 200.000 visitantes acuden al Festival cada año, mientras que millones de espectadores de todo el mundo apuestan por el resultado de algunas de las carreras. Si te apetece apostar, puedes hacerlo en el Festival de Cheltenham con la casa de apuestas Ladbrokes.
Visita las Salas de Proyección
Este antiguo cine ofrece algo que muchos equivalentes modernos no ofrecen: una sensación de ambiente y aperitivos artesanales para disfrutar mientras ves la última producción de arte y ensayo o un gran éxito de taquilla. Cuando tengas un par de horas libres, ¿por qué no lo visitas?
Paseo por el Paseo Marítimo
Desde el pintoresco barrio de Montpellier, el Paseo Marítimo es quizás la calle más bonita de Cheltenham. Flanqueada por extraordinarios ejemplos de arquitectura georgiana, aquí puedes comprar hasta caer rendido si necesitas un poco de «terapia de compras» mientras descansas los pies en uno de los bancos de este tramo arbolado del centro de la ciudad.
Paseo por los Cotswolds
Cheltenham está rodeada por las colinas que conforman los Cotswolds, lo que significa que no tienes que alejarte demasiado de tu hotel para visitar el Parque Nacional. A sólo un par de kilómetros del centro, puedes planear tu propia ruta de senderismo o disfrutar de las vistas de la ciudad desde arriba mientras haces un picnic.
Museo de la Casa Natal de Gustav Holst
El célebre compositor nació en la ciudad balneario en 1874, y fue sin duda el hijo más famoso de Cheltenham. Compuso más de 200 obras y su influencia la sienten muchos compositores modernos que quieren conseguir un sonido similar al que él creó durante su exitosa carrera. Visitar el museo es una obligación para cualquier aficionado a la música clásica.