Llegamos a Beijing el sábado a las 8 de la mañana luego de 12 horas de tren. Estaba lloviendo. La estación de trenes de Beijing, un verdadero caos.
Llegar al hostel fue otra aventura. Nos persiguió un señor ofreciéndonos una van, le dijimos que no, y buscamos un taxi, con el plano y la direción escrita en caracteres chinos. Una vez más,  ningún taxi nos quería llevar. Miraban el plano y la dirección y “chua qun quia min kuan quin kun” suponemos que esto quiere decir “bajense de acá no los voy a llevar nada!!!”. No entendemos que pasa. Estamos usando unas pulseras para los mosquitos, que es verdad tienen un poco de olor, quizá, estamos “jediendo” muy feo por eso no nos llevan.
Caminamos con las valijas por las inmediaciones de la estación, intentando ubicarnos en el plano y ver si podíamos llegar caminando. Imposible estábamos lejos. En un momento nos paró un auto tipo remise, le mostramos el plano y asintió que nos llevaba. Mientras veíamos de como repartirnos (somos cinco), Matías dijo “che esto no es un taxi, este quiere nuestros riñones” asi que le dimos “bu shi, xie xie” esto quiere decir “no, gracias” en chino. No le explicamos la especulación de los riñones, eso  no estaba en el diccionario básico español-chino que tenemos. Seguimos caminando con nuestras valijas y las mochilas. Vimos la estación del subte. Aparentemente, esa línea nos servía para llegar al hospedaje. Listo, compramos los tickets. Para pasar teníamos que pasar nuestras mochilas y valijas por el detector (como en el aeropuerto). Detectaron que llevamos los repelentes en aerosol. Les explicamos que eran para mosquitos, malaria, todo con señas y sonidos, hacíamos “psssssssssss” y con la mano como que si era un mosquito que picaba. Entendieron, pero no se podía, los aerosoles son inflamables y no se pueden transportar en el subte. Nos fuimos.
De nuevo en las calles de Beijing, parando taxis, hasta que uno nos paró, nos fuimos dos y por suerte a unos cinco minutos paró otro. Llegamos todos juntos al hostel.
Lo primero que nos dieron fue un mapa de líneas de subte, este a sido nuestro medio de transporte en Beijing. En este sentido, excelente, todas las líneas están en inglés, las máquinas para comprar los tickets con opción inglés. Brillante. Pensamos que con las olimpíadas mejoró mucho la apertura al extranjero. La verdad es que nos manejamos con el subte mejor que con los cutcsas en Montevideo.
Así, hemos ido a casi todos los lugares turísticos de Beijing. Si, en esta oportunidad, las visitas turísticas que en Beijing “hay que hacer” nos absorbió los cuatro días que estuvimos allí.

La Ciudad Prohibida

La Ciudad Prohibida, está situada en el centro de Beijing y era el centro del poder de las dinastías Ming (1368 – 1644) y Qing (1644 – 1911). Este complejo de palacios fue llamado “Ciudad Prohibida” porque las personas no podían entrar sin permisos especiales y solo los cortesanos podían tener audiencia con el emperador. Su nombre original Ciudad Púrpura Prohibida, proviene de la constelación luminosa Púrpura en donde la estrella polar, al igual que el emperador, se encuentran en el centro. Tiene 800 edificios y 9.999 habitaciones.
Es impresionante pensar en la realización de una construcción así en el 1300, no solo por sus dimensiones, por su arquitectura, por los detalles, la decoración. Es una construcción verdaderamente increíble. Es posible jugar a imaginar por un momento como sería la vida cotidiana en aquella época, imaginarse al emperador caminando por “su” ciudad.. una ciudad dentro de la otra….

El Templo del Cielo

El Templo del Cielo, se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa china. Las obras de construcción comenzaron en 1406 y duraron 14 años. El conjunto está formado por tres edificios donde el emperador, como “hijo del cielo”, ofrecía plegarias y sacrificios para obtener una buena cosecha.
Realmente es muy bonito este lugar. Además de las construcciones del templo también hay un parque hermoso donde pasear y donde los habitantes de Beijing pasan las tardes de domingo jugando a las cartas…..

El Palacio de Verano

El Palacio de Verano, se trata de un conjunto de edificios y jardines que data del sigo XIII y fue construido por orden del primer emperador de la dinastía Jin. Se trataba de la residencia de verano de la corte imperial. Hoy se trata de un gran parque arbolado con caminitos y laberintos, templos y otras construcciones como si fueran salas de reuniones. Lo más atractivo es el lago, donde hoy se pueden alquilar botecitos (a pedal ó motor) para dar un paseo y disfrutar de la hermosa vista de la “casita de verano” que se hizo hacer el emperador…….

La Muralla China

Tomamos una excursión del hostel para ir a la Muralla China (La gran muralla). Salimos a las ocho de la mañana y regresamos a las cinco de la tarde. La excursión incluía desayuno y almuerzo.
La muralla tiene varias partes. Las más accesibles y por tanto más visitadas por los turistas son Badaling y Mutianyu. Las mejores vistas se encuentran en Jumatai y Mutianyu,pero son las más alejadas de la ciudad. La excursión nos llevó a Mutianyu.La gran Muralla se construyó para detener a los invasores de los pueblos bárbaros del norte y se extiende por 6700 km (sería como ir desde Montevideo  a Artigas casi 12 veces).
Los trabajos de construcción comenzaron en los siglos 7 y 8 A.C, pero se iniciaron como secciones de fortificaciones militares. Con la llegada de la dinastía Qing fué que se ordenó que todos los fuertes fueses unidos desde el este al oeste para crear la fortaleza y resguardar al país de los enemigos. Durante la Dinastía Ming la muralla fue renovada 18 veces para preservarla y además se adicionaron 1000 km. Los trabajos de construcción fueron realizados por militares, prisioneros y campesinos de la región (casi una cuarta parte de la población china participó en ese momento de la construcción). La culminación de la muralla pone en manifiesto la determinación y la tenacidad del pueblo chino. Si bien gran parte de la muralla hoy está en ruinas, algunos tramos han sido restaurados en los últimos años.
Es impresionante ver la dimensión de esa obra, está construida en medio de un paisaje montañoso, lo que hacer que sea más impactante. Si bien subimos por teleférico, hay una parte que se hace caminando. Cada una de las secciones militares serían como casitas con ventanas para la vigilancia. Cada sección militar dista de la otra más o menos unos 100 metros, pero como es en zona montañosa se trata de caminos de escaleras y (todo amurallado). Hay que tener un buen estado físico para subir y bajar.

Nos voy a mentirles, lo que conocí de Beijing no me gustó nada. Hice un esfuerzo para concentrarme en sus atractivos  históricos, disfrutar de eso, leer un poco y entender algo de todo lo que visitábamos (como un turista más en medio de millones de turistas).
Seguimos recorriendo China. Ahora vamos en camino a Xi’an. Nos reencontramos con algunas líneas sobre esta ciudad.

Marcos Rivas
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