En Nepal, además de visitar su capital, la ciudad de Katmandú, también realizamos algunas actividades en pleno contacto con la naturaleza.
Visitamos el parque Chitwan donde estuvimos bien de cerca con los elefantes, hicimos un paseo por la jungla (no era muuuy jungla), donde pudimos ver rinocerontes y algún venado.

También nos bañamos con los elefantes en el río!. Estar en contacto con estos animales fue algo maravilloso. En otras oportunidades ya he comentado lo mucho que me gustan los animales. No quiero ser reiterativa, pero….. no saben cuanto disfruté de tocar los elefantes, subirme a uno de ellos y que nos tirara agua con la trompa, luego nos tiraba en el río y se quedaba acostado para que volviéramos a subir. Son enormes!! y todo lo que tienen de enormes lo tienen de tiernos. Por si eso fuera poco tuvimos la dicha de poder ver elefantes bebés de tan solo tres meses de vida. Juegan como todo cachorro, pero no manejan muy bien su trompa, son muy muy torpes y todos arrugaditos.. parecen “viejitos”… y yo ahí, si por mi fuera, toda la tarde, todo el día, toda la estadía en Chitwan viendo los elefantes bebés…..

También en el parque Chitwan hicimos un paseo en “cuasi-canoas” por el río para poder ver cocodrilos. Supuestamente, veríamos tres especies distintas de cocodrilos. Gracias a mis “rezos” no vimos ni una especie!! Porque debo hacer una aclaración, me gustan los animales menos los reptiles. Mucho menos me gustan los cocodrilos si tengo que verlos en una “cuasi-canoas” de “cuasi-madera” a unos 15 cm del agua. El guía preocupado porque no vimos nada y yo……”pero no se preocupe Sr. Guía. El paseo estuvo muy lindo! la vista es hermosa!”.

También visitamos la ciudad de Pokhara para poder realizar trekking en la montaña. La ciudad de Pokhara se encuentra a 900 metros de altura y nosotros subimos caminando 400 metros más. Dicho así parece poco, pero a las tres de la tarde, con 40 grados de calor y a esa altura, fué muy agotador. Ninguno de nosotros imaginaba que sería tan duro el esfuerzo. Fueron más de dos horas subiendo. Pasamos la noche en la montaña, en un campamento.

A la mañana siguiente pudimos ver la cadena montañosa Himalaya. Según nos explicó el guía, muchos turistas, sobre todo europeos, viajan especialmente para poder ver las montañas, pero muchas veces es imposible verlos por el clima y el tipo de nubes. Así que parece que nosotros fuimos unos afortunados. Yo no soy muy sensible a este tipo de avistamientos, pero bueno…… si tantos viajan para verlos debe ser importante!! Así que se los muestro.

Lo que si estuvo bien interesante es poder ver de cerca como es la vida en la montaña. Allí habitan minorías étnicas en pequeñas aldeas que fuimos viendo a medida avanzábamos. Todos ellos viven de la agricultura. Trabajan la tierra de manera muy precaria y todo es destinado al autosustento. Un guía nos explicaba que la mayoría de esas personas no conocen el dinero o bien manejan muy pocas veces el dinero ya que no tienen ingresos y por tanto no realizan compras, no transacciones.

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