Tengo tantas cosas para contar….. estar en Shanghái significa estar en el continente Asiático, estar en un país tan lejano para nosotros, “me voy a la china”donde queda eso? en la China”. Llegamos el miércoles a las 2 de la tarde al aeropuerto de Pudong, es el principal aeropuerto de Shangai y es la más importante base de operaciones del oriente asiático. Allí nos tomamos el Maglev, que es el tren de levitación magnética más rápido del planeta, alcanza la velocidad de 431 km/h.

Este tren nos dejó a unos 15 minutos del hostel. Luego tomamos un  taxi y ahí comenzó la dificultad….. los taxistas no hablan nada de inglés, le mostramos la direción del hostel en caracteres chinos (los encargados del hostel nos habían enviado esto por mail). Como somos cinco tuvimos que tomar 2 taxis, entonces le mostramos a un taxista la direción, asiente que entendio y se van tres de nosotros, los dos que quedamos nos tomamos otro taxi y rezamos todos juntos que los dos taxis nos lleven al mismo lugar. Siempre nos llevaron bien. Hablando de taxistas, no sabemos que es lo que pasa, que es lo que piensan, pero en varias oportunidades no nos querían llevar, nos hacían señas, como que estaban malos, como que se tenian que ir…. me decian que me bajara, todo con señas claro, si pudiera en este relato hacer el sonido les daría mucha risa.
Llegamos al hostel y nos instalamos en una habitación para seis, la sexta huésped, en este caso es una china nativa proveniente de una provincia que nunca le entendí cual era, si le entendí ella vivia en el hostel porque trabajaba allí en Shanghái. En las dos noches que estuvimos pudimos ver como vivía, que comía, algo de sus costumbres……………. que por respeto no voy a “ventilar”.
En la recepción del hostel hablan inglés muy bien y nos escribieron en caracteres chinos como pedir en la estación de tren 5 boletos para viajar a Beijin el viernes 11 a las 20 hs. De todos modos en la estación de trenes hay una ventanilla especial para turistas donde hablan inglés y no fue necesario mostrar el papelito. En este momento estamos en la estación de trenes de Shangai esperando nuestro tren, son las 18:38 hs y aprovecho a escribir. Pensaba hacerlo en el tren pero estoy cansada, seguramente duerma. Tengo miedo de olvidarme de estas sensaciones, por eso quizá la sintaxis de mi relato no sea perfecta. Estoy escribiendo sin revisar.
El día que llegamos luego de comprar los boletos, cenamos en una cadena de hamburguesas conocida y nos fuimos a dormir, estábamos muertos de cansados, habíamos volado 16 hs, cambio de horario, salida de Miami a las 7 de la mañana y habíamos llegado a Shanghái a las 14:00 hs del día siguiente. Vuelo transpolar. Volar al revés de como se mueve la tierra. Todo el tiempo a la luz del sol. Cosa rara si las hay.
A la mañana siguiente un nuevo día. Salimos a caminar por la rambla del río Huangpu. Shanghai está dividida por este río. Hacia un lado está el barrio Bund, sería la parte antigua de la ciudad (ahi nos hospedamos nosotros) y hacia el otro lado está el barrio Pudong , la parte moderna.

Por la rambla de la parte antigua caminamos hasta los jardines de Yuyuan, estos jardines son muy visitados, son los típicos jardines chinos que reúnen el agua, las plantas, las rocas y las estructuras arquitectonicas, esas pogadas en las puntas. Hay mucho bambú, está muy prolijo. Luego caminando llegamos a los mercados, está repleto de turistas. Todo te quieren vender. Si preguntas por algo o te muestras interesado, comienza el regateo. Te persiguen y te gritan woman woman…. es muy intenso y agotador. Alli comenzamos con alguna comprita, poca cosa ya que vamos a Beijing y sabemos que alli es un mejor destino para comenzar con las compras de los regalitos.

Almorzamos en el mercado. Entramos a un local de comida china. Nadie hablaba inglés y solo había chinos, chinos comiendo, chinos en la caja, chinos en la cocina. No era a la carta, asi que no podíamos señalar. Estaban los carteles en grande. Luego de estar como 15 minutos en la caja, llamando la atención, siendo pechado por los chinos y buscando un joven, ya que los jovenes hablan algo de inglés, para nuestra sorpresa, un señor (supongo que veterano, no puedo saber la edad de los chinos) me miro y sonrio ……. ¨speak inglish?¨ le pregunté y me dijo ¨yes yes¨…… (gracias dios!) ahí nos explicó que había una columna para los fideos y otra para arroces. Sin saber que elejimos tres de las columnas de arroz y 2 de la de fideos. Comimos arroz con verduras y fideos que venían como si fuera un ensopado con hongos, pistachos, zanahorias, algo que parecia papa, otra cosa que parecía no sé que cosa y caldo. El único sabor parecido a algo conocido era la zanahoria…. mmm muy rica! lo otro era horrible. El olor también era horrible. No volvimos a comer comida china. Lo intentamos, pero no pudimos.

Luego de “almorzar” regresamos al hostel, caminando por calles laterales, esas en las que no andan turistas y donde se puede ver parte de la cotidianidad de la ciudad.

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