¿Cuántas cosas insólitas y hechos curiosos sobre Venecia conoces?

La Serenissima es una ciudad infinita: paseando por sus sestieri, sus puentes (más de cuatrocientos) y sus calli nunca dejas de descubrir algo nuevo.

Inspirándome en la guía de viajes «Venezia Insolita e Segreta» de Jonglez, en este artículo te contaré 10 curiosidades de Venecia: pequeños detalles, historias y anécdotas con las que enriquecer tu próximo viaje.

1) Diferencia entre calle y fondamenta de Venecia, piazzas y campi, canales y rii

La toponimia de Venecia es un mundo en sí misma, ¿te has dado cuenta?
Para empezar, Venecia sólo tiene una plaza, la Plaza de San Marcos. Todos los demás se denominan campi o campielli, términos que indican las zonas delante de las iglesias y los ensanches rodeados de edificios.

También existe una diferencia sustancial entre calle y fondamenta: los calli son calles peatonales con edificios a ambos lados; la fondamenta de Venecia, en cambio, es la calle que bordea un canal. Y no olvidemos la ruga (del francés rue), que indica una calle especialmente importante por sus actividades comerciales desde la antigüedad (por ejemplo, Ruga Rialto).

¿Y las vías fluviales? El término canale se utiliza para las vías navegables más importantes, anchas y concurridas, mientras que el rio es una calle más estrecha, bordeada de edificios, que separa las islas del centro histórico de Venecia.

2) El símbolo del león de San Marcos en Venecia y en otras ciudades

El león alado, símbolo por definición de la República de Venecia y su patrón, está muy extendido no sólo en esta ciudad, sino también en los lugares entonces sometidos a su dominio. En el Véneto y en Friuli-Venecia Julia habrás tenido sin duda ocasión de ver algunos de ellos, pero es posible que no conozcas una curiosidad particular sobre el león veneciano.

Sus representaciones son variadas y, aunque el gobierno de la Serenísima no codificó su simbolismo, existen algunas creencias de que el león alado adquiría un significado preciso según cómo se le representara.

Con su pata apoyada en un libro abierto y sus alas bien extendidas, como lo vemos en la Piazza San Marco, en Venecia representaba la soberanía del Estado.

En otras ciudades, en cambio, indicaba que estaban sometidos al dominio de la Serenísima y debían pagar impuestos (incluso en Udine hay varios en la Piazza Libertà).

El león de San Marcos con la pata apoyada en el libro cerrado y con una espada en la otra, se utilizaba, al parecer, para indicar los periodos de guerra y las ciudades exentas de pagar impuestos por haber conseguido méritos en tiempo de batalla.

3) Las dos columnas rosas del Palacio Ducal

Como todos los lugares de Venecia, la residencia del dux y del gobierno es escenario de interesantes historias. Las columnas de la logia superior del Palacio Ducal son, de hecho, todas blancas, excepto dos, que son rosas. La leyenda cuenta que durante las ceremonias el dux tomaba asiento entre estas dos columnas, desde las que también dictaba sentencias de muerte: se dice que su color evoca la sangre de los condenados.

4) Los relojes con 24 horas en Venecia

Hay otra curiosidad de Venecia que tiene que ver con la Plaza de San Marcos, y más concretamente con la Torre del Reloj, frente a la cual se colocaba la horca de los condenados a muerte.

En esta plaza puedes ver uno de los varios relojes de 24 horas de Venecia. A finales del siglo XIV, cuando las horas del día se codificaron en el sistema actual, los relojes de sol fueron sustituidos paulatinamente por los relojes, que inicialmente tenían sus esferas divididas en 24 horas. Sin embargo, pronto se comprendió que contar todas las campanas era complicado, por lo que a partir del siglo XV se simplificó el sistema, primero reduciendo sólo el número de campanas y después modificando también la esfera del reloj.

En Venecia hay varios ejemplos de relojes fabricados de este modo: el de la Plaza de San Marcos y el Palacio Ducal, el reloj de la Iglesia de San Giacomo di Rialto, cerca de la cual se encontraba el mercado más importante de Venecia, y también el reloj del Fondaco dei Tedeschi.

5) El proyecto del puente de Rialto y una leyenda noir sobre su construcción

Hace tiempo, el Puente de Rialto era muy diferente a como lo conocemos hoy. Fue construido de madera en 1264 y también fue reconstruido varias veces, una de ellas con un puente levadizo, para permitir el paso de barcos y comerciantes. Como te conté en el artículo sobre nuestra visita a Venecia con guía turístico, el Canal Grande era la principal ruta comercial de Venecia, por la que viajaban mercancías de todo el mundo.

En el siglo XVI se decidió construir un nuevo puente, esta vez de piedra. Muchos arquitectos propusieron sus diseños, entre ellos Miguel Ángel y Andrea Palladio, el arquitecto veneciano que también diseñó el Arco de Bollani del Castillo de Udine en el siglo XVI, que parecía el favorito para la construcción.

Al final, sin embargo, se eligió el diseño de Antonio Da Ponte y el nuevo puente de Rialto se completó en 1591, aunque muchos argumentaron que la nueva estructura no era tan bella como la propuesta de Palladio.

Según una leyenda local, el diavolo exigió que se le ofreciera el alma del primer ser vivo que cruzara el puente, pues de lo contrario no se permitiría a Da Ponte completar la obra. El arquitecto ideó entonces un truco e hizo que un gallo cruzara el puente. Pero el diablo, habiendo descubierto la trampa, hizo que la mujer del arquitecto se lanzara por el puente de Rialto. La mujer, entonces embarazada, dio a luz a un niño muerto cuya alma vagó por el puente durante mucho tiempo antes de marcharse, llevada por un gondolero.

6) El puente de las tetas y las cortesanas en Venecia

Pasando de un puente a otro, te contaré algunas curiosidades «atrevidas» sobre Venecia 😉
Como ya sabrás, la Serenísima era famosa por sus costumbres bastante licenciosas, hasta el punto de que a lo largo de la historia hubo muchos intentos por parte del gobierno de restringir la práctica de la profesión más antigua del mundo entre los calli de la muy católica ciudad.

La prostitución estaba, de hecho, muy extendida y aportaba muchos ingresos a la República, que intentaba mantenerla bajo control para guardar las apariencias, pero en definitiva ganaba mucho dinero con ella.

El gobierno trató de contenerlo confinando a las mujeres de mala reputación en unas pocas zonas bien identificadas de la ciudad, una de las cuales estaba cerca del Rialto, que, como es lógico, era la zona donde se encontraban los mayores negocios y comerciantes de todo el mundo.

No muy lejos del restaurante Antiche Carampane, nombre con el que se identificaba a las prostitutas venecianas, se encuentra también el conocido Ponte delle Tette, que debe su nombre a una costumbre muy particular. Desde este puente, las cortesanas solían mostrar sus pechos desnudos para atraer a los clientes. Se dice que esta exhibición de la forma femenina fue fomentada por el gobierno veneciano para distraer a los hombres de un pecado mucho más grave: la homosexualidad, un coco de la Iglesia muy extendido entre los sestieri de Venecia.Sin embargo, aunque las cortesanas eran numerosas (se dice que en 1509 había más de 11.000 prostitutas en Venecia), estaban obligadas a vivir lo más alejadas posible de la sociedad: no podían vivir a lo largo del Gran Canal ni frecuentar restaurantes y sólo podían pasear por las calles de Venecia los sábados, llevando un pañuelo amarillo al cuello.

7) Los casini venecianos, los lugares de juego

Otra curiosidad de Venecia de la que quizá ya hayas oído hablar está relacionada con el juego, que hizo furor durante el periodo de mayor expansión económica de la ciudad.

Los «casini» de Venecia eran casas privadas y lugares acogedores donde se podía jugar a los dados o a las cartas y entretenerse en compañía, aunque no necesariamente con las damas mencionadas. Al parecer, se habían extendido desde finales del año 1200 y atraían a jugadores de todas partes.

Sin embargo, el gobierno veneciano toleraba mal el hábito del juego y en 1506 se prohibieron los casinos, así como las cartas y los dados, y se impusieron fuertes penas a quienes fueran sorprendidos en la mesa. Los aristócratas se arriesgaban a ser suspendidos de sus cargos públicos durante 10 años y los plebeyos a ser exiliados durante 10 años.

A pesar de las prohibiciones, que fueron aún más estrictas en el siglo siguiente, los casinos siguieron prosperando y aumentando en número hasta la caída de la República. En 1774 había 136 casini, de los que, sin embargo, quedan pocos rastros en la actualidad. La mayoría de ellos fueron demolidos y quedan poco más de una docena, entre ellos el Casino Venier, el Casino del Commercio en la plaza de San Marcos, que puede visitarse desde el Caffè Lavena, y el Casino Zane, que ahora alberga el Centro de Música Romántica Francesa.

8) Venecia secreta: mirillas y rejas ocultas

Libertinos, disolutos y… espías. Los venecianos eran un pueblo decididamente goliárdico y lo que me hace sonreír al leer la guía «Venecia insólita y secreta» es que paseando por los calli hay tantos detalles escondidos entre sus edificios. Una vida no sería suficiente para descubrir todas las historias que podrían contar.

Pero más que los edificios, quién sabe cuántos secretos de Venecia conocen las mirillas y rejas ocultas en las casas, desde las que los propietarios podían asomarse sin ser vistos.

Una de ellas se encuentra en el Casino Venier, que he mencionado antes, donde hay una mirilla visible incluso desde la calle. Otra es la de Casa Goldoni, donde en el suelo de la habitación principal todavía hay un pequeño cuadrado desde el que el propietario podía espiar a los visitantes que llegaban por la puerta del agua.

9) Curiosidades-inusuales-para-los-que-Venecia-era-famosa-especies-y-medicinas

Hasta 1800 Venecia era conocida por la calidad de sus productos farmacéuticos, a menudo preparados con especies importadas de Oriente. En Venecia era uno de los oficios más florecientes y rentables, sobre el que la Serenísima tenía una especie de monopolio porque era la única ciudad donde se podían comprar a un precio razonable.

Se producía un volumen tan grande de productos farmacéuticos con especias que el Estado decidió regularlo para garantizar la calidad y controlar su exportación.
El de los farmacéuticos se convirtió, en consecuencia, en un profesorado muy prestigioso, un arte noble que incluso permitía a los propietarios de farmacias casarse con mujeres de la clase aristocrática.

En el siglo XVII, el comercio farmacéutico era tan floreciente que había hasta 90 farmacias en la ciudad y el gobierno decidió limitar el número de aperturas, exigiendo que hubiera al menos 100 passi veneti (unos 35 metros) entre una farmacia y otra.

10) La «pissotte» o «pissabraghe» de Venecia

¿Cuántos de nosotros hemos deambulado por Venecia preguntándonos qué son esos morteros en algunos rincones de la calli? 🙋🏻♀️🙋🏻♂️

Entre las curiosidades sobre Venecia que he recogido para ti en este artículo, ésta es, en mi opinión, una de las más divertidas e interesantes.

El origen del pissotte se debate, pero me gusta la teoría de los estudiosos que afirman que se inventaron para evitar que los venecianos orinaran en los calli, en las esquinas de los edificios. De hecho, imagina lo fácil que podía ser, en una Venecia sin alumbrado público, encontrar un rincón conveniente en el que aliviar la vejiga tensa por demasiados ombre (vasos de vino) y celebraciones. Por el otro nombre de este ingenioso invento, pissabraghe, puedes imaginar el efecto que producía en los pantalones de los caballeros ligeramente achispados que no podían contenerse.

Según otros estudios, las pissottes de Venecia son, en cambio, las gárgolas anti-bandidos, que debían impedir que los asaltantes se escondieran en las esquinas oscuras de las calles.

Sea cual sea la verdad, la próxima vez que vayas a Venecia estoy seguro de que no podrás evitar fijarte en ellos.

¿Algo más? Otras curiosidades sobre «Venecia-insólita-y-secreta»

Algunas de las curiosidades sobre Venecia que has leído en este artículo las he sacado con mucho gusto de la guía «Venezia insolita e segreta» de Ediciones Jonglez, un libro, además de guía, que recoge anécdotas, curiosidades y leyendas venecianas que la mayoría de las guías «clásicas» no cuentan.

Si estás planeando una visita, con este hermoso libro podrás crear un verdadero itinerario de viaje para descubrir los lados desconocidos de la ciudad. O, si no te gusta planificar demasiado, puedes pasear por los sestieri con «Venecia insólita y secreta» bajo el brazo y detenerte de vez en cuando para buscar detalles ocultos entre sus edificios.

 

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